Biblioteca de Salinas

Autores

Sara López Arraiza, Nacho Ruiz Allén

Colaboradores

Manuel Martínez Manso (arquitecto técnico), Jesús Suárez Fernández (instalaciones)

Cliente

Ayuntamiento de Castrillón

Constructora

Promogrado

Ubicación

Salinas, Castrillón, Asturias

Año(s)

2018-2019

Fotografías

Marcos Morilla, RAAL

Premios

Primer Premio (2021) – XXV Premio Asturias de Arquitectura. Categoría Edificación


BIBLIOTECA DE SALINAS

El proyecto nace del deseo, por parte de la administración municipal, de crear nuevos espacios para albergar la biblioteca y sala de estudios de Salinas, que hasta entonces ocupaban diferentes salas del antiguo instituto. El nuevo lugar elegido para este equipamiento viene definido por un perímetro dado de geometría regular y traza sinuosa que determina por completo la distribución de usos y sus accesos.

La propuesta trata de combinar dos estrategias arquitectónicas bien conocidas, aunque relativamente opuestas. Por un lado, la continuidad espacial. Tomando como inspiración la planta libre heredada de la modernidad, las funciones se disponen sobre una superficie continua que recorre y conecta todos los espacios del recinto. Por el otro, la fragmentación volumétrica. Evocando con cierta nostalgia la amable dimensión de las construcciones propias de la aldea perdida, el conjunto se fragmenta mediante el tratamiento diferenciado de los techos sobre cada uno de sus subespacios. Ambas estrategias tienen un objetivo común: reforzar el carácter cívico del equipamiento. Mediante la continuidad espacial se fomenta la libre circulación, el encuentro, la conectividad. Mediante la fragmentación volumétrica se genera una escala menor, más íntima y recogida, cercana a la idea de cobijo. Desde su origen mismo, el proyecto tuvo como objetivo proporcionar este rango de experiencias para, precisamente, ofrecerse como un lugar abierto a todos: la casa común.

Quizá este sea el motivo por el que el proyecto, en su interior, trate de ofrecer una imagen alienada, distante y dislocada con respecto a la impresión que de su exterior se deduce. Esta desacostumbrada decisión, incubada desde el principio mismo del proyecto, nos hace pensar ahora si no reproduce fielmente, en realidad, uno de los rasgos más comunes presentes en la idea de cobijo: la negación de un exterior ajeno, inquietante e inhóspito.