Contradictio in Terminis comete un triple acto de herejía. Primero, propone una revisión crítica de la postmodernidad arquitectónica como si de un proyecto unitario se tratara. Segundo, elabora este relato a partir de las ideas de ambigüedad y contradicción, a pesar de que todavía hoy ambos términos resulten problemáticos y mantengan connotaciones negativas. Y tercero, lo hace a través de la obra teórica de tres figuras antagónicas: Robert Venturi, Peter Eisenman y Rem Koolhaas, tratando de convencernos, además, de que existen fuertes vínculos entre sus respectivos postulados teóricos.
Imaginamos que estos argumentos son suficientes para que los guardianes de la virtud académica y los celosos del rigor intelectual den por finalizado su interés por la presente investigación. Comenzamos, de hecho, poniéndolos por escrito para que nadie se lleve a engaño y no malgaste su preciado tiempo. No obstante, sabiendo que cada vez somos más los amantes de la herejía y a los que nos atrae mirar en la dirección incorrecta, es posible que alguien se haya sentido tentado por el abismo y desee sumergirse en él poco a poco. Sirvan, los siguientes párrafos, como resumen oficial del trabajo:
Ya sea por purgar una represión, expresar una angustia, mostrar resistencia frente al sistema, negar su capacidad para expresar la verdad o despertar la conciencia de lo sublime, una parte destacada de la producción arquitectónica de la postmodernidad pareció encontrar un modo crítico e implicado de posicionarse frente a la realidad que trajo consigo este periodo. Tal y como fue establecido en la cultura moderna, dotando a la obra arquitectónica de un código ambiguo; pero conforme a la sensibilidad postmoderna, convirtiendo dicho código en ilegible.
Dos son las hipótesis que han guiado y estructurado la investigación. Primera: la arquitectura del siglo XX ha incorporado de manera creciente la idea de ambigüedad a su discurso teórico. Segunda: la utilización de herramientas procedentes del estudio del lenguaje motivó, además, su disolución lingüística. Ambas hipótesis están estrechamente interconectadas al partir de un mismo objetivo: la destrucción de la coherencia interna de la obra arquitectónica.
Este trabajo consiste, en esencia, en una revisión crítica de la postmodernidad arquitectónica a través de la labor teórica de tres de sus protagonistas: Robert Venturi, Peter Eisenman y Rem Koolhaas. Ahora que ha pasado casi medio siglo desde que se formularan sus bases conceptuales y existe, además, el presentimiento colectivo de que estamos asistiendo a un nuevo cambio de paradigma cultural, parece, por fin, posible estudiar la postmodernidad desde un enfoque distante. Este relato aspira a proyectar luz sobre ciertos aspectos inadvertidos que han dado forma a la herencia arquitectónica de los últimos años, consecuencia de una fructífera relación entre arquitectura y ambigüedad, y su provocadora consumación en una contradictio in terminis.